Son muchos los acontecimientos que están surgiendo en los últimos días en relación a la libertad.
La libertad bajo mi punto de vista, es algo inherente al Ser Humano, e incluso a todo Ser Vivo. Todos tenemos derecho a ella, no por ello debe ser una obligación tampoco, pero si se desea, debe ser satisfecha.
Pero como todo en la vida, tiene unos límites, una doble cara, la simbiosis del bien y del mal, lo que puede resumir ésta vida misma. Y es que cuando hacemos uso de nuestra libertad, debemos tener siempre presente la del prójimo, ya que cuando atentamos contra ella, nosotros mismo estamos perdiendo esa ansiada libertad; estamos perdiendo en experiencia, en sabiduría, en crecimiento... ya que el otro es posible que pueda llegar a darte alguna que otra lección, y paradójicamente incluso de libertad.
Con todo lo expuesto, quiero llegar al hecho, que hace pocos días ha puesto en expectación a la sociedad sevillana, o más bien a la gran parte de ella.
Con ello me refiero a la decisión por parte de un determinado colectivo político algo revolucionario en la estructura de este país. (No voy a entrar en índoles políticas, amparada bajo el derecho a la utilización de mi libertad en los campos deseados).
Para este colectivo, por encima de todo, parece ser estar la decisión ciudadana, es decir, podemos interpretarlo como la libertad de expresión del pueblo. Hasta ahí todo bien.
Pero amigos míos, en terreno pantanoso creo que nos hemos metido. Han propuesto, que si entran a legislar en la ciudad Hispalense, quieren preguntarle a la ciudad si quieren que siga adelante una tradición de más de V siglos de historia, como es la Semana Santa. Y amigos, con Sevilla hemos topado...
El hecho de que se le califique como tradición, no quiero esconderme detrás de dicha palabra para justificar nada, hay tradiciones, especialmente en otras culturas, que mejor desaparecieran.
Pero la Semana Santa en Sevilla, señores, es la ¡liberta de expresión del pueblo! Es la forma que tiene Sevilla de expresarse, de mostrarse al mundo, del sentir de su gente... Porque todos tenemos la libertad de creer y de sentir lo que nos emane. Y Sevilla lo hace así.
Me parece inaudita la decisión de este colectivo, el mero hecho de plantearlo ya me escandaliza...
Muchos que ni siquiera leerán estas lineas, estarán totalmente en desacuerdo con ellas, seguro. Pero intencionadamente, vuelvo reiteradamente a hacer uso de la libertad, tanto el derecho a la mía como el respeto hacia la del otro, siempre y cuando no coarte la de ningún otro ser.
Y señores, la esencia de Sevilla es la Libertad.
Fdo. Marga Castro
#LaDeManué
@Revuelos_
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